- El ingeniero Eduardo Páez advierte que cumplir con la instalación de plantas eléctricas antes del 31 de diciembre será complicado, pues tienen una capacidad de almacenamiento de combustible muy limitado y el Gobierno se verá obligado a alimentar estos con mucha frecuencia
Luis Carías
lcarias@el-carabobeno.com
Fotos José Félix Lara
A tientas en la oscuridad quedará sumida la mayoría de la población cuando comience la aplicación del plan para estimular el ahorro y el uso eficiente de la electricidad dictado por el Gobierno con el objetivo de reducir el consumo de energía, sin embargo la activación de las resoluciones podría conllevar a medidas contraproducentes tanto para la población como para el Gobierno y no desde el punto de vista electoral.
Eduardo Páez Pumar es ingeniero civil egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), pero es experto en el área eléctrica, pues tiene una visión externa del problema al haber representado a los usuarios grandes consumidores durante más de 20 años, pues laboró como ingeniero en el Banco de Venezuela y gerente general del Centro Ciudad Comercial Tamanaco (Ccct).
Las “extrañas” medidas decretada por el Gobierno comienzan con los grupos electrógenos, es decir las plantas eléctricas, “pareciera que no se conoce cómo funcionan en edificaciones de oficina, comerciales o industrias”, pues en la mayoría de los casos se instala como un sistema de emergencia.
Con ello se refiere a la obligación de utilizar sistemas de autogeneración entre las 11 AM y 4 PM y entre 6 PM y 10 PM antes del 31 de diciembre. Se detalla que la empresa cuyo consumo sea superior a 1 MW o que no lo reduzca en 10% respecto al mismo mes del año 2009 será sancionada con un recargo tarifario de 10% y si reincide aumentará en 5%. Se advierte que el incumplimiento consecutivo de la política de ahorro acarreará la suspensión del servicio de energía.
Autogeneración limitada
Dicho sistema de autogeneración alimenta uno o dos ascensores como máximo, las lámparas de emergencia, bombas de incendio, alumbrado de las rutas de escape en las escaleras y algunos servicios preferenciales como los equipos de computación, “o sea son excepciones los casos en que una planta eléctrica tiene una finalidad distinta”, explica Páez.
Una de esas excepciones es la red de centros comerciales Sambil que tiene plantas que sustituyen al sistema de servicio eléctrico de la ciudad, al igual que algunos hoteles que, por tratarse de ser una semejanza al tipo residencial de forma temporal requieren un componente de carga eléctrica.
Pero los casos comunes que son para emergencias tienen un tanque de combustible muy limitado en su capacidad de almacenamiento, por lo que su duración es corta, y normalmente se debe llenar diariamente.
Desde ya se vislumbran algunos obstáculos y dudas al respecto. Por ejemplo ¿existe esa cantidad de gandolas para trasladar el gasoil y alimentar las plantas eléctricas? ¿puede esa oficina, centro comercial o industria funcionar así?
Responde el ex vicepresidente de la Comisión de Energía de Fedecámaras que en la mayoría de los casos sólo verán luz los pasillos, pero las tiendas como peluquerías o fotocopias quedarán en penumbras. Por ello considera que las medidas no tendrán gran impacto, sino que más bien pueden ser contraproducentes, pues las plantas eléctricas no tienen almacenaje suficiente y deberán cargarse con mucha frecuencia.
Insuficiencias
La generación instalada, según datos de Corpoelec es de 25 mil MW, y la demanda que requiere la población es de 16 mil MW. Para finales de este año se prevé que será de 18 mil 500 MW.
Durante el año 2010, recuerda Páez se prometíó la instalación de 5.330 MW de generación y en realidad fueron 1.255 MW, es decir, menos del 30% planteado, lo cual generó un déficit entre lo ofrecido y lo instalado, “este año se ofrece menos del saldo que quedó del año pasado, entonces la situación respecto a la demanda es más crítica que en 2010”.
Tres grandes en peligro
Fue en el año 2009 cuando se conoció de la sequía de 14% en el caudal del río Caroní, en seguida se presentaron colapsos en el sistema y aunado a ello, hubo un crecimiento de 2% o 3% en la demanda. El Gobierno se vio obligado a decretar la crisis que se creía parte de un pasado lejano ya superado en 2010 y que ahora se retoma donde había quedado. La culpa en esta ocasión la tienen los usuarios por haberse excedido en el consumo.
El verdadero problema, según Páez es la ausencia de mantenimiento, pues en el río Caroní había un proyecto de repotenciación de las turbinas que no se continuó, “se generaron impresiones negativas en el agua y hubo desgastes importantes”, sentencia.
Comenta que la unidad 12 de la sala de máquinas tuvo una falla en un generador y explotó. Dicha unidad podía generar 770 MW. Con el dato, las perspectivas en generación hidroeléctrica lucen oscuras.
En la termoeléctrica hay un problema en la unidad 7 de Tacoa, mientras que Planta Centro las unidades tres y cuatro funcionan de manera intermitente y Termozulia empieza a presentar fallas, “si se depende más del sistema hidroeléctrico significa que el interconectado trabaja con cargas críticas y cualquier perturbación hace al sistema vulnerable, sensible y riesgoso”.
Si a ello se suma que desde noviembre la página Web del Centro Nacional de Gestión dejó de publicar información oportuna por la supuesta remodelación del lugar digital, “estamos a ciegas”.
Un punto de inflexión
Por ejemplo, en una casa de 70 metros cuadrados con calentador, lavadora o secadora no bajará de 600 KW/H, “bajar de 500 KW/H significa sacrificar la calidad de vida”, pues la iluminación básica del hogar se llevará esa cantidad de energía, “Vargas está al lado del mar, hace calor y necesitan aire acondicionado y allí no baja de 700 KW/H”, apunta.
Sector industrial: operaciones a oscuras
El secretario general de la Asociación Integral de Políticas Públicas (Aipop) ve “difícil” que el Gobierno reduzca el consumo en 10%, “habrá una etapa de cortes del servicio”, por lo que recomienda una programación, así la persona planifica y no se somete a la incertidumbre de la interrupción imprevista que puede significar daños a equipos eléctricos.
Para desmentir el mito de que la demanda creció este año a niveles insostenibles y el Gobierno se vio obligado, en consecuencia a castigar el mal uso de la energía, sostiene el experto en obras públicas que el crecimiento poblacional es de 500 MW al año, pero al no incorporarse la generación prometida en 2010, más bien se redujo la demanda, pues hubo racionamiento en la población y las empresas básicas de Guayana trabajaban a media máquina.
Entonces Venezuela se encuentra a niveles del año 2009, pues el 2010 fue “atípico”. El problema es que a pesar de la capacidad instalada de 25 mil MW, hay una disponibilidad más baja. Antes era de 70% y ahora está en 65%, “quiere decir que la capacidad es muy crítica para suplir la demanda del país”.
Factor de potencia
El sector industrial será uno de los que verá más comprometidas sus operaciones, pues si la empresa tiene un factor de potencia menor a 0,9 no tendrá otra opción que cerrar con el tiempo, “muchos equipos son poco eficientes y si el factor está por debajo del tope establecido”.
Para mejorar esa situación debe pasar al menos un mes en la medición del comportamiento durante todos los días, luego se define sobre qué equipos actuar, cuáles son los menos eficientes y se hace un cálculo para definir la magnitud de los bancos de condensadores que se deben instalar para maximizar la eficiencia. Todo el proyecto tarda entre 5 o 6 meses, pero “si un montón de empresas requieren simultáneamente el proceso será muy difícil aplicarla y sería injusto que sean castigadas porque no se les dio velocidad de respuesta”.
El ex presidente de la Fundación Instituto de Mejoramiento Profesional del Colegio de Ingenieros de Venezuela advierte además que la mayoría de los componentes de los equipos son importados y si hay lentitud en la asignación de divisas como han denunciado diversos gremios empresariales, la situación se vuelve álgida.
En el caso de las industrias, resuelve Páez, lo mejor son los cortes programados, porque tienen una cadena de producción, la cual está asociada a las operaciones, recepción de mercancía y despacho. Si se tranca y arranca se perjudica el rendimiento de la producción, pero si se planifica se paralizan las operaciones y funciona mejor.
Las proyecciones al igual que el año pasado lucen oscuras, se advierte que hay un problema gerencial que no se resolverá hasta que no se tengan oídos para los expertos. Nuevamente habrá q
ue esperar y ver qué sucede.